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Jornada ‘Ampliando la representación política - Códigos de acceso. Más personas con discapacidad en las formaciones políticas y en las candidaturas electorales’
Jordi Sevilla: “Hay obstáculos en la incorporación directa de las personas con discapacidad a la política, pero hay que seguir moviéndose”
10/04/2014
El ex ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, ha asegurado este jueves que, a pesar de que “hay obstáculos en la incorporación directa de las personas con discapacidad a la política, hay que seguir moviéndose” y, “aunque, muchas veces, la estructura de los aparatos políticos deja fuera tanto al discrepante como al diverso”, ha considerado que “el movimiento de la discapacidad tiene un potencial importantísimo en cuanto a su capacidad de presión y en la consecución del cambio desde dentro”.
Así lo ha dicho durante la celebración de la Jornada ‘Ampliando la representación política - Códigos de acceso. Más personas con discapacidad en las formaciones políticas y en las candidaturas electorales’, organizada por el CERMI en la sede de Fundación ONCE, que se está retransmitiendo a través de Internet.
Jordi Sevilla, quien ha ofrecido la primera ponencia de la jornada ‘Partidos políticos y sociedad: ¿vasos comunicantes?’, ha asegurado que la democracia “parte del reconocimiento de la diversidad” y, en este sentido, ha destacado que “la política es gestionar la diversidad de una forma eficaz”.
Así, se ha referido al elevado nivel de desafección ciudadana hacia la política como “una de las principales preocupaciones de los españoles, por detrás del paro y la crisis económica”, al mismo tiempo que ha señalado que “el gran desafío actual” es “recuperar la política con mayúsculas”.
Durante la inauguración de la jornada, el presidente del CERMI, Luis Cayo Pérez Bueno, ha asegurado que este encuentro parte de la voluntad del movimiento de la discapacidad de “hablar de política en mayúsculas y muy alto”, ya que “es fundamental para una vida digna”, aunque “no está suficientemente valorada” actualmente.
Así, ha señalado que desde el movimiento de la discapacidad se hace política “aunque no de partido” porque “la política no está reservada a los políticos a tiempo completo” y “es una forma de modificar aquello que no nos gusta y nos lleva a situaciones de dependencia, exclusión, discriminación y privados de bienes necesarios”. “Queremos que la discapacidad esté en el puesto que le corresponde en la agenda política y no sea un tema accesorio”, ha apuntado.
Desde su punto de vista, una forma de hacer política es participar en las formaciones políticas, en las que la discapacidad, ha dicho, “está infrarrepresentada” y “son muy pocos los que dan el paso” aunque “poco a poco las personas con discapacidad van asomándose a ese mundo”.
Actualmente, ha explicado, existe “una operación de descrédito de lo político” y, para revitalizar el ámbito de la política, “los partidos se tienen que parecer más a la sociedad”, en la que, ha recordado, hay un 10% de personas con discapacidad y ha abogado por “cambiar los partidos desde dentro y crear nuevas formas de participación política”.
A las puertas de un proceso electoral, Pérez Bueno ha confiado en que las próximas elecciones europeas sean las últimas en las que personas con discapacidad intelectual, concretamente las 80.000 incapacitadas por una sentencia judicial, no puedan votar.
“La participación política no es sólo deseable sino posible”, ha añadido, por lo que “hay que trabajar para que más hombres y mujeres con discapacidad, con pasión por la política, den el paso y para que las estructuras de los partidos se abran a la diversidad humana”.
Retrocesos
Por su parte, José Félix Tezanos, catedrático de Sociología de la UNED, durante su ponencia ‘Ciudadanía y exclusión social. Hacia una democracia inclusiva y participativa’, ha asegurado que la democracia es un proceso que surge hace dos siglos y evoluciona a través de las distintas conquistas de la ciudadanía, aunque, ha reconocido, “actualmente se están produciendo retrocesos”.
Según ha dicho, vivimos un momento de aumento de la pobreza y la exclusión social debido a “la política de recortes sociales y de marcha atrás”. Es lo que ha denominado la “ley del embudo, muy grande para los poderosos y muy pequeña para los que no lo son”. Así, ha destacado que “en cinco años los más ricos han multiplicado por diez su fortuna”, mientras los recortes afectan a los más débiles, como las personas con discapacidad y sus familias.
En su opinión, los problemas actuales “solamente se resuelven con más y mejor democracia, a través de una democracia inclusiva que no deje a nadie fuera, y poniendo en marcha mecanismos que permitan autentificar la democracia mediante una participación directa más intensa con medidas como los referéndums revocatorios”.
“Esto está empezando a pasar porque está surgiendo una ciudadanía activa que no se resigna”, ha subrayado, al mismo tiempo que ha apostado por “exigir a los partidos políticos otras formas de actuar ante un cambio de paradigma como el actual”.